viernes, diciembre 21, 2012

Mi primer comic

Bien, hablaré de mi primer comic como tal que compré.

No voy a hablar de los de mi infancia, pues estoy seguro que mi padre me compraba algunos de Tom y Jerry o de Super ratón o algo parecido, pues si somos rigurosos, esos debieron ser mis primeros comics como tales que pude leer. Por lo mismo, le agregué lo de comprar con mi dinero.

Aunque ahora que recuerdo, también debí leer algunos otros comics ya como tales del Spiderman esperando a que me cortaran el cabello, bueno esos fueron leídos jaja, no adquiridos.

Ven como me pierdo fácilmente?

La cuestión es que aún viviendo en un pueblito, se podían adquirir algunas revistas (y el periódico diario) en la mítica tienda conocida como .. jaja se me fue el nombre.. orita me acuerdo.. ay ya! de "Anca Don Benigno", se debía decir Anca también para poder entender dónde era jaja. Ok, regresando al tema, pues les decía que el pueblo no era tan comunicado al menos editorialmente, yo creo que aparte de la barbería, era el único lugar donde se conseguía algo para leer.

Recuerdo que había un stand a la orilla poniente de la entrada, franqueada por el clásico mostrador de madera y al otro lado, con una ventana donde uno medio podía mirar el contenido del material ahí expuesto.

Que yo recuerde, solo acudía unas pocas veces ahí a comprar el periódico, y eso solamente porque lo pedían en la escuela, aparte de que en esos tiempos era bastante penoso para comprar cosas por mi mismo. Ni siquiera los famosos duraznos, que es un tipo de pan color rosa y escarchado con azúcar que hasta eso, estaban sabrosos. Esas compras también la realizaba mi padre.

Entonces, no estoy seguro del cómo o porqué entré ahí a comprar un comic, quizás tenía como costumbre revisar el stand por fuera o algo así. El caso es que me llamó la atención un día y me encontré con:

La espada salvaje de Conan el bárbaro!

Que creían? que fue de algún personaje de Marvel? pues no!

Y no era cualquier comic, era el número 1 en su continuidad!

Así que revisando mis pocos ahorros, entré y me lo vendieron. Lo bueno es que no tenía el cintillo de las revistas de ahora donde se prohíbe expresamente la venta a menores de edad, sino el señor no me la hubiera  vendido!

Pues ahi me tienen todo contentillo cuando al abrilo.. achis! es en blanco y negro! Lo revisé hojeándolo y sí, todo era en blanco y negro. Ahí supe también porqué era de precio tan bajo como para que yo lo ajustara.

Sin embargo y como dice el narrador de Los años maravillosos "Entonces sucedió", empecé a leerlo y me di cuenta de que no se necesitaba tanto el color! Me fui emocionando al conocer al temido cimeriano y su increíble fortaleza. De alguna manera logró transportarme a una época donde quizás dependías de tu fuerza y habilidad con la espada para sobrevivir.

Y es que eso solamente tenía Conan en particular, no poseía ni sentido arácnido, ni esqueleto indestructible, ni intelecto superior, solamente blandir con fuerza su espada para hacerse frente a las adversidades.

Creo en ese primer tomo es cuando tuvo un encuentro con un pinche negrote que era famoso por estrangular a la gente solo con sus manos.. el encuentro entre ambos al estarse estrangulando no tuvo madres para una mente inquieta de puberto! Y sí, como se advierte, Conan fue el vencedor.

Tuve que comprar el siguiente número, el cual esperé con ansias para poder leerlo, porque déjenme decirles que tenía bastante díálogo según pude constatar al buscarlo nuevamente en internet.

No recuerdo cuántos números compré pero no debieron ser muchos.

Años después me volví a encontrar con el personaje ya estando residiendo en la ciudad por cuestiones de estudio, y como la casa de asistencia donde estuve pues casi un año estaba en el centro, mis paseos por esa zona me dejaron cierto conocimiento del área y sobre todo, de sus famosos puestos de revistas a un lado de  palacio municipal.

Es ahí en uno de esos puestos donde volví a ver a La espada Salvaje de Conan, y como el precio seguía siendo bastante accesible, comencé a comprar cada número que salía. Ahora los díálogos eran más cortos y había más detalles en los dibujos, de hecho hubo uno en particular que copié en un dibujo que hice a lápiz donde se mostraban cierto tipo de dinosaurios en un viaje por el tiempo. Y aunque había muchos arcos argumentales muy buenos, de repente te quedabas picado porque no le seguían y comenzaban otro.

Y después todo terminó.

En el mismo comic se anunciaba que ya no se iban a publicar más números, eso me dejó bastante desvalido por mucho tiempo.

Yo guardaba como colección la mayoría de lo que había comprado, hasta que mi madre los descubrió y los empezó a utilizar para encender la leña. No me enojé con ella pero sí me dió tristeza saber que ya nunca los volvería a leer.

Así termino la historia del primer personaje que seguí en un comic.