It’s amazing!

Por extraño que parezca, hoy por fin pude terminar de leer el Fausto de Goethe.

Luego de años de no pasar de la primera parte lo pude terminar. Ayer mientras esperaba que terminase el programa que examina si hay errores en la memoria (y como lo temía, los tiene) veía embobado el lento transitar de las pruebas cuando aburrido, me dirigí a buscar algún libro. Recordé el olvidado Fausto que plácidamente descansaba en un sillón donde lo abandoné ya hacía algún mes cuando menos. Pues en esas estaba cuando me salté la parte tediosa y horrible donde los espíritus tratan de confortar a Fausto de la pena por la muerte de su amada Margarita. Y empecé cómodamente en un sillón la lectura y con asombro, me di cuenta que ya había avanzado algo a pesar de seguir con tan colorido manejo del lenguaje y el surgir y desvanecer de muchos personajes y situaciones.

Total para no hacerla larga, se hizo de noche y me cambiaba de lugar y seguía y seguía. Iba al baño, tomaba agua hasta ver que faltaban pocas páginas y pues en un rato más lo terminé.

No crean, la primera parte también me costó mucho trabajo. Apenas avanzaba algunos renglones tratando de concentrarme cuando mi mente empezaba a divagar y me iba por un buen lapso, luego volvía y otra vez a empezar el ciclo.

Y hubo algunos momentos pasados o eras geológicas donde lo utilizaba para quitarme el insomnio, solo era cuestión de medio empezar a leer y mi cabeza se llenaba de un sopor único e infalible. Se podría decir textualmente que era el libro de cabecera juar juar!

En fin es interesante el libro, lleno de un ritmo diferente y único. Y altamente sorprendente como cuando lee uno a Borges. No cabe duda como dicen algunos que Goethe tenía el coeficiente intelectual más alto que haya tenido ser humano alguno.

Y neta sí, para crear tal textos se tenía que estar algo pachecón.