jueves, mayo 20, 2004

Cambio.

Nada nos provoca más desconcierto que un cambio. Cambio de trabajo, cambio de look, de costumbres, de pareja, etc.

Ahora yo me cambio de casa, y termino con un plazo de casi 8 años de la mismas rutinas hacía dentro y fuera de ella.

Aunque casi se puede decir que los 5 años de estar estudiando no hubo cambios significativos, luego de salir y de ponerse a trabajar, se han ido dando cambios repentinos. Me dispuse a comprame una sala cómoda y en verdad reconfortable en un verano que tenía algo de money extra, luego el centro de entretenimiento para poner mi tele viejita, luego la compu que fui armando en partes, una cajonera para dejar de estar mi ropa en maletas, etc. etc.

De repente, la casa parecía la de un pequeño burgés.

Mas al contrario de mis épocas de estudiante, ahora ni tiempo tenía para disfrutar de mis cosas, que de aquí para allá, días seguidos a llegar casi a dormir y bañarse.

Pero todo en esta vida cambia, ahora viviré en otra parte.

Y como en toda casa rentada, tiene sus detalles (y en este caso hay algunos medio feos), pero el lugar se ve tranquilo, el casero se ve decente y demás.

Ahora pondré mis conocimientos de fontanero, chalán y demás que he aprendido de mi padre y de otros trabajillos.. también de cargador.

Pero saben algo? siento algo de nostalgia por el terruño que dejo, si bien no tenía vecinos muy apegados, extrañaré sus rostros, mis rutinas para ir y regresar, los extraños "toques" que tenía o como decirlo? que ya sabía uno qué le dolía a la casa.

En fin, Iceman se muda de nido, y el otrora aire de independencia que siempre anhelaba, ahora que lo tiene lo asusta un poco.

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