jueves, febrero 24, 2005


Alguna vez...

Alguna vez jugué con los sentimientos de alguien

Pero fue descuidadamente y de manera accidental.

No recuerdo su nombre, Leticia creo.

A ella la conocí cuando ya estaba yo en la prepa y juimos mi compadrillo el Oly a visitar la secundaria de nuestro pueblín.

Yo salía en ese tiempo de una decepción amorosa y me había vuelto medio vago y por eso visitamos la secundaria para como se dice, perder el tiempo.

Pues dichas incursiones y visitas tuvieron éxito hacia mi persona con las chiquillas (que raro! Si nunca tuve buenas nachas) y de hecho se puede decir que ligué en una de esas visitas, la cual no es la que voy a relatar.

Mas recuerdo que como sucede en ocasiones, un grupito de mujercitas se acercaron hacia mí diciendo que alguien me quería conocer. Me la presentan y todo y ya saben como hacen burlas sus amigas de eso en esas edades. (Uuuuuh Uuuuyy)

Pues bien no andaba de Don Juan (y cómo estarlo si estaba con el corazón partido) y la traté normal digamos.

Era una muchachita tímida, reservada, callada, guapa, en fin una chica linda.

Y mas bien creo que la culpa de que surgiera algo hacia mí fue por parte de sus amigas, ya que repito no la traté muy acá querendón. Pero ya ven como se forma el aquelarre alrededor cuando surgen dichos temas amorosos pubertos o una entrevista como en esa ocasión.

El caso es que una vez que fuimos, el grupo de amiguinas casi casi me quería comprometer a ir un día X, mas les aclaré que no era seguro y que ahí vería si podía.

No recuerdo ni por que no fui, mas remember que me encontré días después a la líder del grupito y que me reclama! Que bien gacho con Lety! Que se había vestido bien linda, que estuvo llorando porque no fui, etc. etc.

A ese tipo de cosas por más que quiero no puedo ser indiferente, debo reconocer que me dolió saberlo (a pesar de ser considerado un frío) y tristeza de conocer el hecho.

Creo que la vi de paso luego en algunas ocasiones, mas ya andaba yo ilusionado en otros rumbos.

En fin.

Hablando de cosas parecidas pero de personas distintas:

Disculpe por quemarlo Don Oly, pero fue todo un suceso! Esa lloriqueada y moqueada de una compañera del salón cuando la mandó definitivamente al diablo fue repito, todo un acontecimiento!

Ahí andaba la pobre llorando cual María Magdalena por los rincones por sus quereres. Creo hasta hubo una “comitiva” para convencerlo de que le diera una segunda oportunidad que fue el acabose para las burlas que hacían los compas.

Edá?

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