lunes, noviembre 28, 2005

Los cuatro jinetes

Y no necesariamente del Apocalipsis....

Bien, no soy muy dado a escribir de mi infancia pero pos ora si que se pega. Luego de leer a maese Guffo uno se inspira.

Ok, pues de niño allá en Monterrey en la vecindad vivíamos como 4 familias. De entre ellas, estaba mi tía Hermi que junto mi tío Víctor y sus tres hijos, mis primas Lupita y Panchis y el pequeño Toño. Hum dejen hago un paréntesis para recalcar que esta tía era la que tenía su tocadiscos y ponía música de las Jilguerillas y de esas por el estilo a todo lo que daba! bueno amenizaba las tardes hasta eso.

Bien, pues mis 2 primas junto a mi carnal y a mi formábamos nuestra pequeña pandilla. Si bien no jugábamos diario, por lo general era quienes más nos juntábamos ya que los niños de por el rumbo los veíamos poco. Y es que siendo tan pequeños, nuestro universo formado por la vecindad se nos hacía gigantesco siendo que en verdad era muy pequeña.

Pasamos muy buenos ratos, no recuerdo bien nuestros juegos pero como que eran de formarnos nuestras propias aventuras, crear situaciones y demás.

Mi carnal como era el más grande de los cuatro, era el jefe; y casi siempre daba órdenes o decidía si se jugaba a tal o cual cosa. Debo confesar que mi carnal siempre fue muy broncudo y era algo cruel. Pero hasta eso, se comportaba ya cuando andabamos en pandilla. Claro que luego se desquitaba con sus cuates o en casa.

Mi prima Lupita era la que lo seguía en cuanto a edad, era una niña tiernilla, risueña y como que un poquitín más madura de ideas para su edad. Su sueño era ser o médico o enfermera... por cierto..no sé que ha sido de su vida. Ya hace muchísimos años que no la veo.

Panchis mi otra prima era un poco más retraída, casi como yo; pero también era bastante risueña. Aunque no platicara mucho, su presencia era importante ya que si no no seriamos los 4. (a que pensamiento tan profundo!)

Nuestro cuarto de juegos era uno que antes ocupaba una viejita que creo luego se fue y pos estaba solapa. Como les digo, los juegos no eran asi como deportistas sino así de situación. Algunas veces éramos superhéroes y nos inventábamos los superpoderes o a veces gente normal con diferentes empleos y cosas.

Claro que a veces nos peléabamos, algunas por cosas tan tontas como que mi prima Lupis crecía un poco de altura y me hacía la burla, luego yo la alcanzaba y así. Otra vez chale me acabo de acordar, fue porque discutíamos que el sol se veía en otra posición, osea uno decía está acá! apuntando y el otro no acá! Claro, todo dependía desde la prespectiva que tenía uno en puntos distantes.

Había ocasiones en que salíamos a la calle a jugar y si bien no había mucho tráfico preferíamos jugar dentro. Más cuando atropellaron a un amiguín de mi hermano de su salón que vivía relativamente cerca.

Un día así como así, cada familia tomó su rumbo. Mis tíos consiguieron casa y nosotros nos fuimos a Venado. Nuestro pequeño grupo se deshizo separados por kilómetros y kilómetros de espacio.

A pesar de todas la limitaciones económicas que pasamos todos, siento que fueron buenos años viviendo ahí todos juntos. Cierta nostalgia surge en todos supongo al recordar esos años, también viendo las fotos que tenemos de recuerdo.

Para mi la imagen que me queda y que está en una foto era cuando alguien de los niños cumplíamos años, que quien sabe como se le hacía pero las mamás preparaban un pastel el cual comíamos todos los de la vecindad ahi en el pequeño patio. Sacaba cada quien su comedor y así juntos disfrutábamos del preciado manjar acompañados de su refresco.

La última vez que los ví fue cuando estaba en secundaria cuando ellos fueron de visita a Venado, es que al menos mi tío Victor que yo recuerde es primo de mi apá y sus padres viven en el pueblo.

Ya recordé, no fue solamente por mi maese Guffo el que los recordara. Ahora que fui a ver a mi apá me dijo mi má que mi tío Víctor y mi prima Lupis fueron a visitarlo allá a Monterrey cuando estaba internado en el hospital para animarlo.

Y ese gesto suyo no tiene como pagarse....


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