sábado, abril 23, 2005


Los límites del Iceman.

Ayer el corazón del Iceman llegó a su límite y no precisamente el emocional.

Pos el Pooh trae la onda de bajar la prominente lonja, así que se alocó y quiso trotar un trecho largo y cansado. Y de principio pues el cansancio normal sobreviene. La neta ni es mucha distancia pero a esa hora onde el sol quema más que una plancha alaciadora sí te apendeja porque te apendeja.

Juar juar! Casi al inicio estaban unos compas echando chela y comiendo carnita, así que le dije al Pooh que llegáramos de colados a la party, pero pos no se hizo!

Total, que empieza la méndiga subidita. Uta! Saqué todo el bofe para llegar a la cima.

Luego una recta media gacha bajo el che sol, claro con varios descansitos.

Pos en uno de esos descansitos ora sí que me pasó como el Seiya que rechazaba el cuerpo su armadura, pos así rechazó mi corazón en ejercicio. Ahi ando trotando con dolor gacho. Como que el corazón agarró otro ritmo bien raro (más bien sin nada de ritmo) , asi que mejor le paré. Ese tipo de esfuerzo máximo lo había sentido antes solamente en el otro gimnasio, haciendo sentadilla con barra, era ahí cuando sentía todo el corazón latiendo a todo lo que daba.

Pero luego me recuperé para acabar el recorrido que ya era digamos de bajadita.

Neta me dió miedo quedar ahí y sin haber amado.. (naaaa!) Mas siempre es bueno conocer uno sus límites.

Total si ahí colgaba mis tenis, el mundo no se perdería de mucho. Un blogger más, un blogger menos, no?

Bueno amiguines, como consejo final: Hagan ejercicios y no se junten con locos como el Pooh, que quieren bajar la panza chelera en una semana!

He dicho! (A poco no me escuché bien acá?)


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